A REVOLUCIÓN DE LA BIOFELICIDAD
“Hay miles podando el árbol del mal por cada uno que intenta arrancar sus raíces.”
(Henry David Thoreau)Buda Gautama decía que “la vida es sufrimiento”. La evolución por selección natural es una maquinaria horrorosa que crea de creación de dolor físico y mental. Los seres sintientes merecemos un sistema de señales más civilizado. Por fortuna, la revolución de la biofelicidad se acerca de manera inminente. La edición genética promete transformar la naturaleza humana, como también la vida misma así como la vida misma. La tecnología CRISPR-Cas9 cambiará las reglas del juego. La biosfera podrá ser reprogramada y nuestro sistema de recompensa podrá actualizarse. La genética dirigida a través de CRISPR convertirá el nivel de sufrimiento (y de felicidad) en un parámetro ajustable en los seres vivos. Podremos mitigar, minimizar y, eventualmente, erradicar el dolor. La biotecnología puede hacer que las experiencias bajo el “cero hedónico” sean fisiológicamente imposibles. La última experiencia desagradable del planeta ocurrirá en una fecha precisa dentro de unos siglos y la civilización transhumana se erguirá sobre una nueva arquitectura motivacional: una vida basada por completo en gradientes de bienestar sensibles a la información. La recalibración genética de la caminadora hedónica eliminará la biología del sufrimiento y la remplazará con una vida motivada por gradientes de dicha sobrehumana. Y luego esta revolución de la biofelicidad se acelerará. Los límites inferiores del bienestar de los transhumanos serán órdenes de magnitud más intensos que las más sublimes experiencias de los humanos. La intensidad de la felicidad sobrehumana traerá consigo significado, propósito e importancia sobrehumanos que durarán la vida entera.
En resumen, seremos los ingenieros del paraíso.¿Pero cuándo ocurrirá?
¿Y cómo?
¿Cuáles serán las precondiciones de la vida posdarwiniana?¿Qué acciones prácticas se deben efectuar hoy para promover la revolución de la biofelicidad?
Primero, debemos cerrar todas las granjas industriales y mataderos y rehabilitar a cualquier víctima que haya sobrevivido. Los cerdos, por ejemplo, son tan sintientes como los niños pequeños y deben ser tratados en concordancia. Debemos acelerar el desarrollo y comercialización de carnes cultivadas y libres de sufrimiento animal. La civilización será vegana.
Segundo, deberíamos ofrecer a todo futuro padre la posibilidad de someterse a cribados genéticos preimplantacionales y a edición genética con CRISPR para poder preseleccionar el umbral de dolor y el rango hedónico de sus futuros hijos. El cribado preimplantacional y la asesoría tendrán gran relación costo-beneficio. Los resultados de la reproducción sexual actual son experimentos genéticos imprudentes y deberíamos disuadirlos desincentivarlos. El ideal es que todo bebé sea diseñado con precisión.
Tercero, deberíamos comenzar la terapia genética somática para los humanos ya existentes. Se viene desarrollando una revolución de la medicina genética que promete darnos una supersalud mental insuperable con una sola inyección. La promesa de un bienestar perpetuo puede sonar como simple hipérbole. ¿Cómo podría una inyección protegernos mental y físicamente de por vida? Pero recordemos a Jo Cameron, la profesora vegana jubilada que posee una genética extremadamente atípica. Su constitución genética única le otorga felicidad, resiliencia y ausencia de dolor. En principio, una sola infusión intravenosa de CRISPR podría modificar los genes FAAH y FAAH-OUT de toda la población para que funcionen como los de Jo. Los humanos podríamos modificarnos para tener abundante anandamida (del término sánscrito para felicidad interior) y ser felices sin perder la noción de lo que nos rodea.
Cuarto, la edición genética y la genética dirigida de forma sintética con CRISPR pueden llevar esta revolución de la biofelicidad a todos los animales no humanos que vivan en libertad. Se pueden iniciar estudios piloto de pequeñas biósferas autocontenidas llenas de felicidad y libres de hambruna, depredación y otras crueldades propias de la vida darwiniana. De forma más general, se necesita un Plan de Cien Años que busque desterrar el sufrimiento de toda vida. Puede parecer una fantasía que exista una organización mundial dedicada a ejecutar este megaproyecto. Puede parecer que el mundo no está listo para esta visión utópica. Pero una organización de este tipo ya existe y posee autoridad mundial.
La Organización Mundial de la Salud se dedica a promover la buena salud de todos siguiendo los lineamientos de su constitución de 1946. ¿Qué concepto de salud maneja la OMS? “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social”. Énfasis en “completo”. El completo bienestar parece una definición muy ambiciosa de salud. Para satisfacer esta definición de salud propuesta por la OMS es indispensable la terapia genética. En comparación, la propuesta supuestamente extrema de algunos transhumanistas de un bienestar que incluya bajas en el bienestar sensibles a la información que incluye fluctuaciones del bienestar sensibles a la información es una definición incompleta de salud. El mundo necesita una versión de Greta Thunberg que le recuerde a los políticos estar a la altura de sus responsabilidades con la salud pública: la abolición del sufrimiento usando la ciencia médica y la creación de vida que funcione en base a gradientes de felicidad inteligente.
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